Revista En Torno a la Prevención, No.
22, 2019, pp. 01-11
ISSN 1659-3057 • E-ISSN 2215-3845
Url: www.relaciger.net/revista/
FORTALECIMIENTO Y EXPANSIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE PREVENCIÓN DE DESASTRES
A NIVEL LOCAL EN BASE A EXPERIENCIAS JAPONESAS : EL PROYECTO DE DESARROLLO DE
CAPACIDADES PARA LA GESTIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES EN AMÉRICA CENTRAL “BOSAI”
FASE 2
Shusuke Irabu
JICA
bosai.guarda@gmail.com
Jun Onodera
JICA
onodera@ess-jpn.co.jp
Noritoshi Maehara
JICA
maehara.st2@gmail.com
Denis Sano
JICA
sanodenis@gmail.com
Recibido: 25/04/2019 • Corregido 3/05/2019 •
Aceptado 25/05/2019
Resumen
El proyecto de desarrollo de capacidades para la gestión de riesgos de
desastres en América Central “BOSAI” fase 2 es un proyecto de cooperación
técnica de la CNE y la agencia de cooperación internacional de Japón, JICA. A
través del proyecto, los líderes comunales de los CCE (comités comunales de
emergencia) en las municipalidades de Alajuelita, Aserrí, Desamparados y Escazú
han desarrollado capacidades para implementar actividades de reducción de
riesgo de desastres en sus zonas. Durante el análisis y diseño del proyecto,
entre el año 2012 a 2015, fue identificado un punto relevante, el cual es la
falta de continuidad o sostenibilidad de las actividades de gestión de riesgo
de desastres a nivel local además de otros. El equipo del proyecto de la CNE y
JICA llegaron al acuerdo de destacar este tema y se estableció como meta del
proyecto “establecer un mecanismo sostenible para la gestión de riesgo de
desastres a nivel local”; para lograr esto se deben tomar en cuenta las
experiencias y buenas prácticas de Japón, sobre un mecanismo sostenible
respaldado por el vínculo entre los líderes comunitarios y diferentes
comunidades en distintas zonas, con el apoyo de las municipalidades, esto con
el fin de mantener las actividades de prevención y reducción de riesgo de desastres
a nivel local. La CNE y JICA han enfocado sus esfuerzos en capacitar a los
líderes comunitarios y el personal de las municipalidades para conseguir un
mecanismo de sostenibilidad. El proyecto ha conseguido capacitar a más de 60
líderes comunales en más de 30 CCEs, fortalecidos entre octubre de 2016 a
febrero de 2019 en las municipalidades pilotos previamente mencionadas.
Palabras clave: Desarrollo de capacidades, Gestión local de riesgo,
Mecanismo sostenible, Participación comunitaria.
Abstract
The capacity building
project for disaster risk management in Central America "BOSAI" phase
2 is a technical cooperation project of CNE and Japan's international
cooperation agency, JICA. Through the project, the community leaders of the CCE
(communal emergency committees) in the municipalities of Alajuelita, Aserrí,
Desamparados and Escazú have developed capacities to implement disaster risk
reduction activities in their areas. During the analysis and design of the
project, between 2012 and 2015, a relevant point, lack of continuity or
sustainability of disaster risk management activities at the local level, among
others, was identified. The CNE and JICA project team agreed to highlight this
issue and established as the project metal "establish a sustainable
mechanism for disaster risk management at the local level". To achieve
this, the experience and good practices of Japan should be taken into account,
on a sustainable mechanism supported by the link between community leaders and
different communities in different areas, with the support of municipalities,
in order to maintain disaster risk prevention and reduction activities at the
local level. CNE and JICA have focused their efforts on training community
leaders and municipal staff to achieve a sustainability mechanism. The project
has trained more than 60 community leaders in more than 30 CCEs, strengthened
between October 2016 and February 2019 in the previously mentioned pilot
municipalities.
Keywords: Capacity building, Local
disaster risk management, Sustainable mechanism, Community participation
América Central es una región propensa a los desastres, los países de la
región han estado haciendo esfuerzos conjuntos para reducir los riesgos de
desastres a través de un mecanismo de cooperación regional del Centro de
Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central
(CEPREDENAC). Después de que el huracán "Mitch" causó severos daños
en Centroamérica en 1998, los presidentes de los seis países (Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) anunciaron la
"Declaración de Guatemala" para renovar el compromiso de promover la
gestión de riesgo de desastres. Con base en la declaración y por la iniciativa
de CEPREDENAC, se preparó primero el "Plan Regional para la Reducción de
Riesgo de Desastres (2000-2004)" y luego el “Plan Regional para la
Reducción de Riesgo de Desastres (2006-2015)”.
El plan regional enfatiza el fortalecimiento de capacidades de gestión
de desastres a nivel comunitario, el desarrollo de recursos humanos en gestión
de desastres y la preparación del plan de desarrollo local que incorpore la
gestión de desastres. Con base en la solicitud oficial de los países
centroamericanos, JICA implementó el Proyecto
de Desarrollo de Capacidades para la Gestión de Riesgos a Desastres en América
Central "BOSAI", en conjunto con las autoridades de las
Secretarías Ejecutivas de los países centroamericanos, entre mayo de 2007 y
mayo de 2012. Aunque el efecto directo del proyecto "BOSAI" fue alto,
principalmente debido a que había muchas comunidades donde los habitantes
desarrollaron una fuerte conciencia de gestión de riesgo de desastres y
demostraron acciones voluntarias al respecto, las capacidades técnicas, humanas
y financieras de las instituciones nacionales/municipalidades aún se limitan a
mantener el nivel actual de las actividades y ampliar las iniciativas de
"BOSAI" a otras áreas y comunidades. Bajo tales condiciones, se
solicitó la implementación del Proyecto de Desarrollo de Capacidades para la
Gestión de Riesgos a Desastres en América Central Fase 2 "BOSAI-2"
(en adelante se denominará, "el Proyecto").
Proyecto de cooperación
técnica de JICA
1. Esquema de proyecto de cooperación técnica: El propósito de la cooperación técnica de JICA es
capacitar recursos humanos mediante la transferencia de conocimiento y
experiencia en áreas vitales para las naciones, para lograr con posterioridad
la difusión interna.
El esquema de "Proyecto de Cooperación Técnica", ofrece a los
países receptores una asistencia integral, el cual va desde la planificación y
ejecución hasta la evaluación, al combinar en un solo paquete, los tres
aspectos básicos de la asistencia, los cuales son el envío de expertos, la
aceptación de becarios y la donación de equipos.
Un proyecto de este tipo tiene una duración establecida de 3 a 5
años.
2. Mecanismo del proyecto BOSAI: El mecanismo de manejo de este proyecto está
compuesto por los siguientes elementos:
1) Equipo de manejo del proyecto conformado por la CNE
y JICA.
2) Manejo de la Matriz de Diseño del Proyecto, llamado
PDM, que significa Project Design Matrix por sus siglas en inglés.
3) Manejo del plan de operación anual y general.
4) Reunión anual del comité de coordinación conjunta,
llamado JCC, que significa Joint Coordination Comittee por sus siglas en
inglés.
5) Aporte presupuestario compartido entre la CNE y
JICA.
3. Armonizado con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-
2030: En el proyecto BOSAI, JICA, SE-CEPREDENAC y los países miembros de CEPREDENAC
reconocieron la importancia del rol del gobierno central y gobierno local como
municipalidad para establecer el sistema de gestión local de riesgos, en
cumplimiento con la Política Centroamericana de Gestión Integral de Riesgo de
Desastres (PCGIR), armonizada con el Marco de Sendai para la Reducción del
Riesgo de Desastres 2015-2030, y confirmaron la realización de los esfuerzos para difundir y establecer el mecanismo de
implementación de gestión local de riesgos hasta el mes de junio de 2020 que termina
este proyecto.
Prioridades
de acción del Marco de Sendai: A través de las actividades del proyecto se
trabajan con las prioridades de acción del Marco de Sendai para la Reducción
del Riesgo de Desastres 2015-2030, como; 1) Comprender el riesgo de desastres,
3) Invertir en la reducción del riesgo de desastres para gestionar dicho riesgo
y 4) Aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta
eficaz, y “reconstruir mejor” en el ámbito de la recuperación, la
rehabilitación y la reconstrucción.
Las
7 metas del Marco de Sendai: Sobre las 7 metas de dicho marco, se contribuye de
las siguiente manera: Las metas a) Reducir la mortalidad por desastres, b)
Reducir personas afectada, y c) Reducir las pérdidas económicas causadas
directamente por los desastres; organización de comunidades y vigilancia de la
precipitación a nivel local, y en el caso de Huracán Nate del año 2017 se
identificaron casos de evacuación de la población en base a la información
medidas de lluvia por la comunidad y se considera que se evitaron daños, cuales
contribuyen a estas metas.
La meta e) Incrementar considerablemente el
número de países que cuentan con estrategias de reducción del riesgo de
desastres a nivel nacional y local: mientras el periodo del proyecto, el
presupuesto municipal para prevención de desastres muestra una tendencia de
aumento la cual impulsa la estrategia de reducción de riesgo.
La meta f) Mejorar considerablemente la
cooperación internacional para los países en desarrollo mediante un apoyo
adecuado y sostenible que complemente las medidas adoptadas a nivel nacional:
realizando la cooperación de Japón para la reducción de riesgo de desastres en
armonía de los planes y políticas nacionales de gestión del riesgo de Costa
Rica, se contribuye para la expansión de las 4 prioridades de acción y las 7
metas del Marco de Sendai.
La meta g) Incrementar considerablemente la
disponibilidad de los sistemas de alerta temprana sobre amenazas múltiples y de
la información y las evaluaciones sobre el riesgo de desastres transmitidas a
las personas, y el acceso a ellos: dar conocer sobre los mapas de reducción de
riesgo, diseminar información de amenaza a través de vigilancia de
precipitación, y capacitaciones para fortalecer el tema de información de gestión
de riesgo en las municipalidades e impulsar el mejoramiento de acceso a esta
información.
Temas y herramientas
técnicas del proyecto
1.Vigilancia de la precipitación a nivel local.
1.1. Trabajos de vigilancia de la
precipitación a nivel local en el proyecto: El Proyecto BOSAI fase 2 se enfoca en los siguientes tipos de amenaza
en zonas semi-urbanas, (1) inundación, (2) movimientos de las masas de tierra
en general y (3) sismos. Entre los tres tipos, los primeros dos están
relacionados con las condiciones meteorológicas en las zonas de intervención
del proyecto, las cuales están situadas entre los 1100 y 1600 de msnm en la
cordillera central, con una elevación máxima de 2300 msnm y una distancia
horizontal de elevación entre los 2300 msnm de altura, y baja entre los 1100
msnm de altura, alrededor de 7 km (Solano, J. 1996). En general, el grado de
inclinación es considerablemente alto y el tiempo de flujo de agua que llega
desde la parte alta de la montaña hacia la parte baja es relativamente corta, la
lluvia afecta este movimiento en término de cantidad y tiempo, es decir, es
importante tener información de precipitación en la zona para el sistema de
alerta temprana para estos dos tipos de amenazas.
Como referencia, en el caso de Japón, sitios con una inclinación mayor a
los 30 grados son considerados como zona de peligro, por estándar de regulación
nacional y local, esto se toma en cuenta en el gobierno local a la hora de
aprobar trabajos de construcción.
Con el propósito de mejorar las capacidades de las personas en las
comunidades, y la de los funcionarios de las municipalidades, el proyecto
realiza actividades enfocadas en medidas no estructurales como uno de sus
componentes más importantes.
El equipo de expertos japoneses del proyecto ha introducido una serie de
metodologías dinámicas en sus talleres, como ya señalamos anteriormente para
fortalecer las capacidades locales, una de estas es la vigilancia local de
amenazas meteorológicas, tres de los aspectos más importantes de esta actividad
son, (1) lograr establecer un mecanismo sostenible y sencillo, mejorando la
comprensión sobre los fenómenos meteorológicos en las comunidades de manera
simple, (2) enseñar a los habitantes a monitorear las amenazas hidrometeorológicas
por sí mismos, compartiendo los datos con sus autoridades locales, y (3) esto a
la vez fortalece el vínculo entre municipalidades y comunidades.
Tomando en cuenta los tres puntos
mencionados arriba, el proyecto aplica un método sencillo para llevar registros
sobre la precipitación, así como una serie de herramientas de comunicación
entre las partes vecinos y gobiernos locales. Para el monitoreo de la lluvia se
utilizan botellas de plástico, recicladas, para medir la cantidad de agua, se
lleva un control en un cuaderno y se comparten los datos por SNS, por ejemplo:
“WhatsApp”. El proceso se ha llevado de la siguiente manera: (a) explicación de
la relación entre los movimientos de las masas de tierra y la lluvia, en
términos de un desastre, (b) metodologías básicas para registrar la
precipitación, (c) talleres sobre la elaboración e instalación de recipientes
para medir la lluvia y así poder formar un criterio, estos son colocados en las
casas de los miembros de los comités comunales de emergencia, por ejemplo hay
más de 3 recipientes en un radio de 9 km cuadrados, para poder obtener
información básica sobre la cantidad de precipitación, aunque no sea exacta,
pero genera un dato aproximado que permite a la comunidad tomar acciones (d)
finalmente intercambiar dicha información entre personas de comunidad y los
funcionarios de las municipalidades.
Figura 1. Ejemplo de datos de la
vigilancia de precipitación a nivel local. Fuente: elaboración propia.
1.2. Una experiencia de buenas
prácticas: En el mes de
octubre del año 2017, una lluvia fuerte durante una tormenta tropical provocó
movimiento de masa de tierra en varios lugares de Costa Rica. Una caída de
material terrestre superficial ocurrió en la comunidad de Bebedero en el cantón
de Escazú. Antes de ocurrir este evento, un miembro del comité comunal de
emergencia que estaba llevando el control de la precipitación, y en esos días
tuvieron registros de 78 mm y de 232 mm por día. Una hora antes de que
sucediera este movimiento de tierra, los miembros de comité comunal de
emergencia de la comunidad Bebedero, considerando el registro de precipitación,
ayudaron a la familia a evacuar anticipadamente al evento, poco después se dio
un pequeño deslizamiento que impactó la casa.
2. Aprender condición geomorfológica por medio de la lectura de los mapas
de curva de nivel.
La utilización de los mapas es
una herramienta fundamental para la reducción del riesgo por desastre por ello
a las comunidades y gobiernos locales les es importante usar y tener
actualizados sus mapas, aprender a leer mapas con curvas de nivel, identificar valles, ríos,
puentes, entre otros, así como los puntos vulnerables.
2.1. Las personas de la comunidad
aprenden a conocer donde ellos viven, este es un paso importante para la
reducción del riesgo de desastres: Ellos aprenden a observar el paisaje, las urbanizaciones, las vías etc.
a la vez que recopilan los puntos donde hay fuerte pendiente y curva cerrada de
vía fluvial en geoforma sobre estos sitios, así estos pueden localizar en el
mapa los sitios más vulnerables en sus comunidades.
En el caso de Japón, conseguir una copia física de un mapa de curva de
nivel es relativamente fácil y el costo es bajo. Un mapa digital en internet es
mucho más accesible. El ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y
Turismo tiene una página web y aplicación en internet, (http://maps.gsi.go.jp/), donde cualquier persona puede referirse a ella y
aprender a través de los mapas.
Para las comunidades se identificó que, aunque el conocimiento local
sobre su comunidad y la zona habitada es muy alta y diversa en término de
historia, cultura y naturaleza, en la mayoría de los casos la mayor parte de la
población de la zona tiene poco conocimiento sobre la geomorfología de su área,
esta falta de conocimiento de la población resulta en algunos casos ser causa
de desastres.
Figura 2. Maqueta para aprender sobre
mapas con curvas de nivel. Fuente: elaboración propia.
3. Metodología DIG o DIGA.
3.1. Antecedentes del DIG: Una
explicación breve del DIGA puede ser la siguiente “Todos nos colocamos
alrededor de un mapa de nuestra comunidad y vamos escribiendo, dibujando y
señalando en el para discutir sobre la prevención de desastres” (Manual
Metodología DIGA). Es un tipo
de simulación sobre la mesa, del inglés "Disaster Imagination Game",
"juego de imaginación sobre desastre" en español, al mismo tiempo el
nombre DIG tiene otro significado inglés, excavar o profundizar. Sus
características son: (1) brindar conocimiento sobre el lugar donde uno vive y
sobre, y cómo lo quieren desarrollar, (2) analizar sobre cómo reducir riesgo y
cómo manejar la respuesta, finalmente, (3) generar un lazo entre los
participantes del ejercicio por medio del "cara a cara".
Si bien su nombre está en inglés, es una metodología japonesa creada en
1995 por un académico universitario, el Sr. Takashi Komura, junto con
funcionarios del gobierno prefectoral Mie, después del gran terremoto de
Hanshin-Awaji en Japón.
En la región de América Central, esta metodología fue introducida en el
año 2007 por el Sr. Komura como parte del proyecto BOSAI fase 1. Se le conoce
también como metodología "DIGA" (Desarrollando Ideas, Generando
Aprendizaje). Esta metodología se presentó en los cantones de Cañas, Santa Cruz, Nicoya y
Cóbano.
3.2. Metodología: Actualmente existen varios tipos de simulaciones
sobre mesa para el manejo de desastres. DIG es una de ellas. El fundamento de
esta metodología puede ser aplicado a casi todo tipo de público, desde el nivel
de funcionarios públicos hasta alumnos escolares, variando el insumo del
escenario de desastres, sismos, deslizamientos e inundaciones.
Los participantes pueden desarrollar sus perspectivas sobre su zona, o
donde trabajan, para mejorar la capacidad de reducción de riesgo de desastre
por medio del intercambiando de opiniones entre los participantes sobre los
posibles escenarios entregados. El DIG no impone a los participantes a tener
una sola respuesta o solución específica, sino que los ayuda a desarrollar: (1)
su capacidad de observar geomorfología, actual y pasada, desarrollo urbano e
información general de los sitios, estado de las carreteras, puentes y
edificios, desde el punto de vista de reducción de riesgo de desastres, (2) la
observación a través del ejercicio puede servir para desarrollar planes de
gestión de riesgo de desastres, planes de respuesta, planificación urbana,
planes reguladores, formar un comité de emergencia y hasta para decidir sobre
la compra de una casa en un sitio específico.
Un reto que enfrentan todas las personas que trabajan en el tema de
reducción de riesgo de desastre es el involucramiento de los ciudadanos. DIG es
una metodología sencilla y dinámica para aplicar, tanto con los gobiernos
locales y centros de capacitación a cuerpo de socorros, como con comités
comunales de emergencias, entre otras. En Japón se utiliza esta metodología
para generar conciencia e involucrar a más ciudadanos.
4. Herramienta interinstitucional de preparación de la línea de tiempo.
Mejoras para la preparación contra los
desastres por medio de la "Línea de tiempo"
4.1. Antecedentes: La región centroamericana es susceptible a
sufrir por desastres climalógicos, tales como inundaciones y deslizamientos
causados por huracanes y fuertes lluvias. Especialmente en los últimos años el
riesgo de desastres ha aumentado debido a las frecuentes lluvias torrenciales
provocadas por la influencia del cambio climático.
Cuando el riesgo de desastre es inminente la evacuación a lugares
seguros es una necesidad fundamental para prevenir y mitigar el sufrimiento. A
fin de llevar a cabo una evacuación oportuna y segura de la población, es muy
importante coordinar acciones claras y concretas entre las distintas instancias
e instituciones, así como con las autoridades de gestión del riesgo de
desastres a nivel nacional, y/o municipal, ONG´s, así como con los residentes
de las diferentes comunidades.
4.2. ¿Qué es la Línea de
Tiempo?: La Línea de Tiempo es una herramienta interinstitucional para la
preparación ante desastres que se enfoca en el "Cuándo",
"Quién", "Qué hacer" en orden cronológico antes, durante y
después del desastre. Su objetivo es prevenir o mitigar el sufrimiento humano
mediante la realización de una evacuación oportuna antes de la catástrofe, una
respuesta eficaz durante y después de un desastre.
En la
figura 3, tenemos un ejemplo de una "línea de tiempo". Las dos columnas de la izquierda nos indican
el tiempo y la evolución del fenómeno hasta el momento en que se produce el
desastre, estos eventos en orden cronológico. Por ejemplo, la herramienta
abarca el fenómeno desde su aparición, un huracán en este caso, su
aproximación, y su llegada a tierra, así como la posibilidad de que se
produzcan daños.
Figura 3. Línea de tiempo para huracán
En la primera etapa se incluyen los actores relacionados con la
implementación de la evacuación de la población, desde el nivel nacional, como
por ejemplo la autoridad meteorológica, la de recursos hídricos, transporte,
hasta las autoridades locales como municipalidades y residentes, etc.
En el centro de la matriz, se indican las acciones concretas que deben
tomar los distintos actores con el fin de prevenir y mitigar, todo esto en
función del tiempo y el desarrollo de los fenómenos.
4.3. ¿Cómo se prepara y
funciona la línea de tiempo?: La "Línea de Tiempo" se elabora a través de talleres con la
participación de los diferentes actores de las entidades de gestión del riesgo
de desastres. En el taller se prepara un escenario de desastre a gran escala,
luego se discute para identificar las acciones necesarias que se deben tomar
con anticipación para prevenir y mitigar la pérdida de vidas antes de que
ocurra el desastre. Después de identificar todas las acciones necesarias, se
debe llegar a un consenso entre los actores sobre "cuándo",
"quién" y "qué hacer". Todas las acciones se deben integrar
en la matriz del borrador de la "Línea de Tiempo".
Durante una situación real, la "Línea de Tiempo" funciona como
una lista para verificar las acciones necesarias en conjunto con las entidades
involucradas. Todas las instituciones que forman parte de la preparación y
ejecución de la "Línea de Tiempo" deben estar en constante
comunicación, coordinar con las diferentes instancias para así poder realizar
las acciones de manera coordinada y conjunta, de esta manera podrán anticipar,
prevenir y mitigar los posibles desastres.
4.4. Efectividad de la
"Línea de Tiempo": La "Línea de Tiempo" como herramienta ha demostrado su
eficacia en la prevención y mitigación contra desastres, entre los principales
aspectos de la "Línea de Tiempo" están:
(1) Cuando el desastre es
inminente, esta herramienta permite a los actores involucrados poder tomar
medidas anticipadas más eficientes y así para prevenir los daños.
(2) Las funciones de cada
entidad están claramente definidas, de esta manera se puede evitar la omisión y/o fuga de las
acciones necesarias.
(3) Dado que la "Línea de
Tiempo" es elaborada a través de una serie de talleres, esto permite un
acercamiento entre todos los actores desarrollando una mejor relación. Además,
contribuye a una comunicación más fluida durante las emergencias.
(4) La verificación de las
acciones se lleva a cabo mediante una revisión después de la acción (RDA), y
así las mejoras a la "Línea de Tiempo" se pueden hacer de forma
continua.
4.5. Esfuerzos en Costa Rica: En Costa Rica
por medio del Proyecto BOSAI-2 de JICA, se han venido realizando talleres de la
línea de tiempo desde agosto de 2017, se ha capacitado a miembros de los
Comités Comunitarios de Emergencia (CCE) de los sitios piloto e instituciones y
municipalidades.
Figura 4. Taller de
elaboración de la Línea de Tiempo. Fuente: elaboración propia.
La Comisión Nacional de
Emergencias (CNE) es responsable de emitir las alertas, verde, amarilla y roja,
de acuerdo con el desarrollo de las amenazas, de esta manera durante las
capacitaciones se han venido identificando las acciones necesarias en función
del aumento de los niveles de alerta mediante la aplicación de la herramienta
de "línea de tiempo". Los
participantes han examinado si las acciones podían ser completadas dentro de un
tiempo dado por medio del uso de esta herramienta, de igual manera los miembros
de los CCE piloto que han participado identificaron las medidas necesarias que
debían adoptarse en caso de emergencia.
Actualmente, los municipios de Escazú, Aserrí, Alajuelita y Desamparados
están trabajando en el desarrollo de sus propias "Líneas de Tiempo",
utilizando como escenario el Huracán Otto aproximándose a sus cantones. Con el
uso de la herramienta de la "línea de tiempo" esperamos se pueda
implementar una evacuación temprana y de esta manera evitar el sufrimiento
humano de manera efectiva en eventos futuros.
5. Herramientas para promover actividades de gestión local de riesgo:
HUG (juego de administración de albergues) y sacos de arena.
Desde su fase uno el
proyecto BOSAI se ha caracterizado por tener metodologías de aprendizaje sobre
la prevención muy lúdicas, su segunda fase definitivamente ha mostrado una
versión aún más completa y mejorada de dicha metodología de aprendizaje.
5.1.
Juego
de administración de albergues - HUG: Este
año 2019 en Costa Rica se llevaron a cabo una serie de talleres sobre el HUG
(del japonés "HINANJO-UN-EI GAME" o juego de administración de albergues).
Este es un juego que fue creado por la gubernatura de la prefectura de
Shizuoka, Japón, con el fin de poder experimentar todas las aristas que se
deben contemplar a la hora de administrar y lidiar con un albergue durante una
emergencia a través de un tradicional juego de mesa.
5.2.
Dinámica del HUG: El juego tiene una dinámica simple y de fácil
asimilación por parte de los participantes, no se necesita mucho tiempo para
poder brindar una apropiada inducción e iniciar el juego. La manera de juego requiere
de los diseños de "albergues", preferiblemente reales y aprobados por
las autoridades nacionales, estos funcionan como el tablero en un juego de
mesa, por otro lado están las tarjetas, alrededor de 250, que a su vez se
dividen en 2 tipos: tarjetas de "familias" en cuyo caso se describen
problemas y situaciones que las familias deben enfrentar durante una emergencia
así como diferentes circunstancias en las que estas llegan a un albergue, y
están las tarjetas de "casos" y "eventos", estas son muy
diversas, van desde algo tan simple como explicar a un albergado dónde se
encuentran los baños hasta dónde deberán ser colocadas o guardadas las
donaciones que lleguen a un albergue o la visita de un alto funcionario
gubernamental. Finalmente, las tarjetas deben de ser colocadas en el diseño del
albergue de manera que los participantes vayan enfrentando las diferentes
situaciones a las que son confrontados, deben de tomar el menor tiempo posible
en cada tarjeta y la idea es poder ver la mayor cantidad de estas como les sea
posible en unas cuantas horas. Únicamente una persona por grupo será asignada a
leer las tarjetas mientras el resto del equipo las va colocando como consideren
mejor; no existen respuestas correctas o equivocadas, la idea es aprender a
administrar un albergue por medio del juego.
5.3. Finalidades del HUG: Se
recomienda desarrollarlo en un taller de no más de medio día, esto debido a que
su experiencia inmersiva es bastante intensa y la idea es que los participantes
puedan comprender mejor la administración de un albergue sin quedar embotados o
saturados de información, de manera que puedan realizar al final un análisis de
lo vivido. Otra de las finalidades es facilitar el proceso de, ya sea
preparación o actualización, de los planes tanto comunales como municipales de
gestión de riesgo, esto es debido a que muchas veces tanto el personal a cargo
de la gestión de riesgo en las municipalidades como en las comunidades no
tienen suficiente tiempo para leer los manuales para la preparación de los planes
locales de gestión de riesgo, y en algunos casos quizá ni siquiera los
comprendan, mientras que el "HUG" al ser un método de fácil
comprensión, en lo que respecta a la administración de albergues, hace que los
participantes puedan a la vez entender mejor los manuales de preparación de
planes haciendo los procesos de actualización más fáciles, o en otras
instancias, ya sea a nivel municipal o comunal.
5.4.
Talleres en Costa Rica: En coordinación y apoyo de la CNE y los gobiernos locales, se realizó en Costa
Rica este taller con miembros de los CMEs de las cuatro municipalidades piloto,
Escazú, Alajuelita, Desamparados y Aserrí, así como con miembros de los comités
comunales de emergencia de las comunidades piloto, siendo algunas de ellas:
Salitrillos de Aserrí, Jocotal, Guadarrama, Frailes e Higuito de Desamparados,
y Concepción en Alajuelita, entre otras, de igual manera asistieron otras a
donde se han podido ir replicando las experiencias del BOSAI.
Figura 5. Taller de HUG
en el proyecto. Fuente: elaboración propia.
5.5. Sacos de arena:
Durante las mismas fechas también se realizó la actividad de "sacos de
arena" en la cual los miembros de los comités comunales de emergencia
llevaron a cabo prácticas para aprender a preparar estos sacos y cómo
colocarlos para prevenir inundaciones y daños a las viviendas en sus
comunidades.
5.6. Talleres en Costa Rica: El equipo del proyecto y los varios CCE del cantón
de Desamparados visitaron la comunidad de Jocotal, en la municipalidad de
Aserrí, donde se llevó a cabo este taller entre CCE tanto de un cantón como del
otro, en compañía del equipo de expertos, de la CNE y las autoridades locales.
En un taller de todo un día se les explicó sobre la metodología, cómo se deben
preparar y ser utilizados estos sacos, finalmente los participantes se
dirigieron al río Grande de Candelaria a practicar la preparación y colocación
de los sacos. Este río, durante el huracán Tomas, en el año 2010, y en la
tormenta Nate en el 2016 causó muchos daños en esta comunidad y otras más.
6. Curso intensivo de gestión de riesgo
El curso intensivo
de gestión de riesgo se ha realizado anualmente dirigido a gobiernos locales e
instituciones del SNGR. Mediante los cursos que promueve y dicta el equipo
proyecto BOSAI (CNE y expertos japoneses), se transfiere conocimientos al país
y a las instituciones en temas que se trabajan en el proyecto como línea de
tiempo, presupuestario para prevención de riesgos, etc.
Replicas e impacto por las actividades
del proyecto
Respecto a las
comunidades piloto, estas se encuentran en las municipalidades piloto del
proyecto, las cuales fueron elegidas por las mismas autoridades locales con el
fin de ser utilizadas como modelo y por medio de estas poder replicar las
mejores prácticas en otras comunidades de los cantones con el fin de generar y
promover una cultura de prevención. Las actividades de capacitación que se han
venido realizando con las comunidades piloto han generado resultados tales como
la creación de comités comunales de emergencia donde aún no existían y han
generado una nueva cultura de prevención y seguridad. Desde el año 2016 a la
fecha se han realizado toda una serie de actividades en estos sitios, tales
como medición de la lluvia y creación de redes del clima, enseñar a observar
puntos vulnerables en sus comunidades para la preparación de mapas de riesgo y
evacuación, hasta lo que es el manejo y administración de albergues.
Estas prácticas en las
comunidades ya han dejado una serie de, no solo buenas prácticas que se han
replicado en otras comunidades, sino también han generado un impacto directo en
momentos de emergencias reales.
Durante la tormenta
Nate, la cual dejó una serie de afectaciones importantes en todo el territorio
costarricense, los comités comunales de emergencia de todas las municipalidades
piloto se activaron para realizar una serie de actividades de prevención e
incluso de respuesta en las cuales llegaron a asistir a comunidades
intercantonales.
Perspectiva del
proyecto
Todas estas buenas
prácticas tienen un importante factor en común y es el seguimiento que da la
comisión nacional de emergencias en conjunto con las municipalidades piloto a
las actividades y capacitaciones realizadas por el equipo de expertos
japoneses. Una vez finalizados los procesos la CNE y las municipalidades piloto
brindan seguimiento por medio de más talleres con las comunidades, así como una
serie de tareas que los CCE deben cumplir, a esto se suman las horas de
capacitación y prácticas en las comunidades por medio de las cuales la CNE va
certificando a los participantes, esto genera estímulo y empoderamiento.
Este proyecto concluirá
en el año 2020, sin embargo, con el seguimiento antes mencionado y las
actividades para realizar la diseminación de estas buenas prácticas, se han
realizado expo de actividades de gestión de riesgo y cursos dirigidos a otras
municipalidades además de las 4 municipalidades piloto con el objetivo de
obtener réplicas. Estas actividades se esperan realizar anualmente con lo cual
se asegurará la sostenibilidad de este sistema de diseminación.
Figura 6. “Expo Intercantones:
Comunidades y Reducción de Riesgo”
Referencias bibliográficas
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Metodología DIGA Desarrollando Ideas y Generando Aprendizaje : manual para
líderes comunitarios y facilitadores en prevención de desastres bajo el enfoque
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