Revista En Torno a la Prevención, número 26, junio
2021 pp-1-16
ISSN 1659-3057 • E-ISSN 2215-3845
SIMULACIÓN
DE LAHARES EN LA CUENCA ALTA DEL RÍO PLATANAR Y SUS POSIBLES IMPACTOS EN CIUDAD
QUESADA (VOLCÁN PLATANAR, COSTA RICA)
Sebastián Granados-Bolaños[1]
Universidad de
Costa Rica, San José, Costa Rica
sebastian.granados@ucr.ac.cr
Guillermo E. Alvarado [2]
Comisión
Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), San José,
Costa Rica
galvarado@cne.go.cr;
galvaradoi@ice.go.cr
Se aplicó el modelo
hidráulico Flo-2D a varios eventos de lahares (simulando diferentes volúmenes)
disparados desde la cuenca alta del río Platanar, que nace cerca del cráter del
volcán homónimo, los cuales eventualmente podrían afectar a ciudad Quesada. Los
resultados fueron sobrepuestos con información oficial de población e
infraestructura y mapeos en el campo, estimándose la cantidad de población e
infraestructura que podría verse afectada para cada evento modelado. La
cantidad de personas afectadas variaría en función de las características del
lahar, estando entre un centenar a varios miles de personas, en un área mínima
de 9 hectáreas hasta un centenar de hectáreas, donde se impactarían entre una
decena hasta varios centenares de casas. Aunque la probabilidad de reactivación
del volcán Platanar no se vislumbra a corto plazo, sí podrían llegarse a
disparar lahares por terremotos o lluvias torrenciales. Esta información se
considera fundamental para futuros desarrollos urbanos e industriales y para
una adecuada gestión del riesgo, en particular por corresponder con una de las
ciudades más grande del norte del país, corazón de la economía de San Carlos y
con una población de unos 50 000 habitantes.
Palabras
clave: lahar, modelamiento hidráulico, gestión
del riesgo, ciudad Quesada.
ABSTRACT
The Flo-2-D hydraulic model was applied to several events of lahars
(different volumes) triggered form the upper catchment of the Platanar river,
originating near the crater of the homonymous volcano, which could eventually
affect ciudad Quesada. The number of people affected would vary depending on
the characteristics of the lahar, ranging from a hundred to several thousand
people affected, in a minimum area of 9 hectares to a hundred hectares, where
between a dozen and several hundred houses would be impacted. Although the
probability of reactivation of the Platanar volcano is not foreseen in the
short term, lahars could be triggered by earthquakes or heavy rain. This
information is considered essential for future urban and industrial
developments and for proper risk management, particularly since it correspond
one of the largest cities in the north of the country, heart of the economy of
San Carlos, and with a population of about 50,000 inhabitants today.
Keywords: lahar,
hydraulic modeling, risk management, Quesada city.
INTRODUCCIÓN
Los lahares en esencia son
un flujo de fragmentos volcánicos y agua que desciende desde un volcán, ya sea como
un flujo de escombros volcánico denso (debris Flow) o un flujo diluido o
hiperconcentrado (volcanic hyperconcentrate flow). Los lahares pueden
llegar a ser altamente destructivos por su alta densidad y velocidad, su
capacidad abrasiva y la fuerza de impacto en las estructuras y formas del
relieve (Janda et al., 1981). Estos flujos son una latente y constante amenaza
para los poblados que se encuentran en las laderas y piedemontes de los volcanes,
especialmente aquellas poblaciones localizadas sobre abanicos aluviales activos,
por lo que han desencadenado numerosos desastres a nivel mundial (Okunishi et
al., 2001).
En Costa Rica, los lahares
han sido disparados por diversos mecanismos como erupciones volcánicas,
precipitación intensa, terremotos y deslizamientos (Alvarado y Schmincke, 1994;
Alvarado, 2010; Alvarado et al., 2017) y constituye la segunda causa de muertes
por vulcanismo (Aguilar y Alvarado, 2014). Por ello, la zonificación de amenaza
de lahares debe ser incorporada en los instrumentos de planificación del
territorio y gestión del riesgo de peligros geológicos e hidrometeorológicos, dado
que gran parte de la población costarricense vive sobre formaciones volcánicas
cuaternarias y algunas de las ciudades densamente pobladas se encuentran sobre
abanicos aluviales en los piedemontes volcánicos (p. ej., Quesada, Aguas
Zarcas, Cartago, Turrialba, Guápiles, entre otras), por lo que es esencial
contar con datos cuantitativos y actualizados de alta resolución, para la toma
de decisiones en los abanicos aluviales urbanizados y aquellos en los planes de
desarrollo, que requieren especial atención en la zonificación de inundaciones
y flujos de detritos.
Diversas técnicas de modelamiento
hidráulico bidimensional permiten obtener datos estadísticamente significativos
acerca del comportamiento de lahares en términos de su extensión, espesor y
velocidad (Zegers et al., 2020). Los modelos hidráulicos bidimensionales son
una metodología ampliamente aceptada a nivel mundial para zonificar y analizar
flujos de detritos y estos modelos han sido incorporados como insumos para la planificación
y ordenamiento del territorio (Papanicolaou et al., 2015; Scotti et al., 2020).
En la presente
investigación se presentan los resultados de una serie de simulaciones
hidráulicas bidimensionales en la cuenca alta del río Platanar y sus posibles
impactos aguas abajo en la ciudad de Quesada, San Carlos. Dicha ciudad se
encuentra en el piedemonte del volcán Platanar, donde los índices morfométricos
y las simulaciones hidráulicas parecen apuntar a una cuenca inestable y con
potencial para generar un lahar, aunque históricamente nunca se ha presentado
un evento catastrófico.
Se pretendió hacer una
aproximación al comportamiento de lahares en el río Platanar, para lo cual se
definieron los siguientes objetivos:
·
Caracterizar
morfométricamente la cuenca con índices cuantitativos de relieve en Sistemas de
Información Geográfica (SIG).
·
Calibrar
y simular 4 eventos de lahar originados en la cuenca alta del río Platanar
utilizando modelamiento hidráulico bidimensional.
·
Estimar
posibles impactos en la población e infraestructura de ciudad Quesada mediante
la sobreposición del modelo hidráulico e información oficial y recolectada en
campo.
A continuación, se
discuten los resultados de las simulaciones, los alcances y limitaciones del
modelamiento hidráulico bidimensional en ciudad Quesada.
BREVE
MARCO GEOLÓGICO Y GEOGRÁFICO
La cordillera volcánica
Central de Costa Rica inicia con el volcán Porvenir (altitud
2267 m, altura 600 m, 15 km2, 2.5 km3) y con el
volcán Platanar (altitud 2183 m, altura 1700 m, 70 km2, 61 km3),
situado algo atrás del eje volcánico principal. Ambos volcanes no han
presentado actividad eruptiva en tiempo histórico y se desconoce cuándo fueron
sus últimas erupciones, dado que no se ha realizado dataciones de radiocarbono,
por lo que no se sabe siquiera si presentaron actividad en el Holoceno. Ambos
volcanes crecieron dentro de la caldera volcánica de Chocosuela (Alvarado y
Carr, 1993; Alvarado 2021). Aunque volcánicamente inactivos en tiempo histórico,
varios terremotos (Mw 5.5-6.1) se han registrado en sus alrededores,
donde todos ellos han disparado lahares; aunado a varios enjambres sísmicos en
el propio volcán Platanar. Además, el grado de fallamiento es alto, la
cobertura de suelos es igualmente espesa y propensa a los deslizamientos
(Alvarado et al., 1988; Montero et al., 2010). Sumado a las condiciones
geológicas de la cuenca, es importante tomar en cuenta que es una zona donde
llueve en promedio entre los 2300-2500 mm al año según la regionalización
climática de Costa Rica elaborada por el Instituto Meteorológico Nacional (Solano
y Villalobos, 2000).
El volcán Platanar posee
un cráter desportillado hacia el NW, desde donde nace en un profundo barranco
volcánico el río Platanar. La cuenca desde donde nace parece corresponder con
un antiguo deslizamiento de grandes dimensiones que fue agrandado por los procesos
erosivos; el río discurre más o menos encajado hasta que llega al pie de monte
donde está menos disectado.
Ciudad Quesada se ubica a
unos 8 km al NW de la cima del volcán Platanar, desarrollada sobre un abanico
aluvial coalescente producto de los ríos Platanar, Peje y la quebrada Gata. Puesto
que la ciudad y varias urbanizaciones aledañas se ubican en el pie de monte del
volcán, de ahí la importancia de realizar análisis que evidencie la eventual
amenaza por eventos laháricos sobre estos lugares. Para ello, las simulaciones
de lahares se desarrollaron en la cuenca alta del río Platanar, en la ladera
oeste del volcán platanar, en el cantón de San Carlos. El área de la cuenca es
de 6.4 km2 y se delimitó a partir de una interpretación del ápice del
abanico aluvial del río Platanar, ya que a partir de dicho punto hay un cambio
drástico de pendiente que altera el régimen hidráulico del río Platanar. La
distancia del cráter principal del volcán Platanar (su piso a unos 2000 m s.n.m)
al ápice (639 m s.n.m) es de aproximadamente 4.5 km y al centro de ciudad
Quesada (Palacio Municipal) está a 7 km (Figura 1).
Ciudad Quesada se
encuentra a una elevación media de 650 m s.n.m y posee una población estimada
para el 2011 de 44 583 habitantes, por lo que es la ciudad más densamente
poblada de la zona norte del país y con mayor extensión, alcanzando
aproximadamente 10 km2 (INEC, 2011). No se cuenta con datos
actualizados de la población.
Figura
1. Ubicación geográfica
de la cuenca alta del río Platanar. (B) El mapa muestra la ubicación del sitio
de estudio en el cantón de San Carlos. (A) La figura muestra la cima del volcán
Platanar, el ápice del abanico aluvial y ciudad Quesada.
METODOLOGÍA
Se utilizó el programa de modelamiento hidráulico Flo-2D, los resultados de los
modelos fueron sobrepuestos con información oficial de población e
infraestructura del Instituto de Estadística y Censos (INEC), información
catastral del cantón de San Carlos disponible en el Sistema Nacional de
Información Territorial (SNIT) y mapeos en campo.
Análisis
morfométrico de la cuenca y generación insumos para el modelo hidráulico
El análisis morfométrico
de la cuenca y alrededores se basó en el procesamiento geomático de un modelo
de elevación digital (DTM por sus siglas en inglés Digital Terrain Model)
con resolución espacial de 10 m x 10 m píxel. Tres índices de relieve fueron
calculados para interpretar las condiciones morfométricas del relieve; (i) pendientes,
(ii) índice de rugosidad del terreno (TRI por sus siglas en inglés Terrain
Ruggedness Index) e (iii) índice de transporte de sedimentos (STI por sus
siglas en inglés Sediment Transport Index). La pendiente del relieve es
un factor determinante en la generación de lahares, puesto que las condiciones
topográficas pueden favorecer su disparo (Chen y Yu, 2011). Las pendientes se
calcularon en el módulo de Spatial Analyst de ArcGIS Pro 2.5. La
rugosidad de un terreno puede ser un indicador de procesos de superficie y
geodinámica externa y es útil para identificar procesos deposicionales y erosivos
(Bovis y Jakob, 1999). En geomorfología, los datos de rugosidad (TRI) pueden
ser de gran utilidad para analizar depósitos fluviales y gravitacionales (Carrara
et al., 2008). La rugosidad fue calculada en el Sig Saga 2.3 (Olaya y Conrad,
2009). Por su parte, el índice de transporte de sedimentos (STI por sus siglas Sediment
Transport Index), por su parte, es un índice derivado del cálculo de la
potencia de flujo (SPI por sus siglas Stream Power Index) (De Roo, 1998),
el cual es de particular utilidad para identificar zonas propensas a generar
sedimentos por procesos de erosión laminar y de remoción en masa como
deslizamientos (Chen y Wang, 2017). STI fue calculado con la extensión de
Whitebox 3.4 para ArcMap 10.8 (Lindsay, 2016). Los valores de los índices
fueron estandarizados y determinada su autocorrelación espacial mediante el
método de la I de Morán en el módulo de Geostatistical Analyst en ArcMap
10.8 (Scott y Janikas, 2010)
Los insumos de topográficos
y de calibración hidráulica fueron preparados en la extensión de Flo-2D para
QGIS 3.4 a partir del modelo de elevación (DTM) 10 m x 10 m, una imagen
satelital Landsat-8 de 30 m de resolución espacial y adicionalmente imágenes de
Google Earth con una resolución de 15 m. El DTM fue utilizado para elaborar
los archivos de drenajes, llanura de inundación (floodplain), secciones
transversales de canales y grilla de transmisión de flujos bidimensional (O’Brien
et al., 1993). Las imágenes RGB (verdadero color) Landsat-8 y Google Earth
fueron utilizadas para digitalizar la cobertura del uso del suelo de la cuenca
alta y la mayoría de ciudad Quesada. La cobertura del suelo se clasificó en 3
categorías (Tabla 1); (i) zonas urbanizadas, (ii) zonas con vegetación y (iii) canal
principal. Las categorías se les asignó un coeficiente de rugosidad de Manning;
este determina la resistencia de un fluido al desplazarse sobre una determinada
superficie (Zhang et al., 2010).
Las características de los
lahares fueron calibradas a partir del informe del Instituto Costarricense de
Electricidad (ICE) publicado en 1965, que al momento en Costa Rica sigue siendo
un parámetro de referencia para la calibración de lahares por su detalle en los
eventos de 1963-1965 en el volcán Irazú (ICE, 1965). De igual manera, la
densidad específica de los lahares fue calibrada en función de los datos del
ICE, donde un total de 73 muestras resultaron en un rango de densidad entre 1200
y 1980 kg/m3, con un promedio de 1540 kg/m3. La densidad,
distribución de tamaño de partículas y concentración volumétrica, fueron también
calibradas a partir del informe del ICE (Cuadro 1). El tiempo de simulación de
los eventos fue de 45 minutos para simular un evento, repentino, veloz y una sola
avenida aislada. Los eventos tratan de simular una inundación repentina o flash
flood (Hapuarachchi et al., 2011).
En el cuadro 1 se
presentan los parámetros de calibración del modelo hidráulico bidimensional.
Los datos de rugosidad de Manning fueron obtenidos a partir de la
fotointerpretación de una imagen satelital. Los parámetros de lahar fueron
obtenidos a partir de ICE (1965). El tiempo de simulación fue definido
arbitrariamente para emular una inundación repentina.
Cuadro
1. Parámetros de
calibración del modelo hidráulico bidimensional.
Resolución topográfica (DTM) |
10 mx10 m píxel |
Coeficientes de Manning |
n = 0.035 Canal principal |
n = 0.45-0.65 Vegetación |
|
n = 0.09 Zonas urbanizadas |
|
Densidad del fluido |
1540 kg/m3 |
Concentración volumétrica |
Cv = 0.51 % |
Tiempo de simulación |
45 min |
Nota: Los datos de
rugosidad de Manning fueron obtenidos a partir de la fotointerpretación de una
imagen satelital. Los parámetros de lahar fueron obtenidos a partir de ICE
(1965). El tiempo de simulación fue definido arbitrariamente para simular una
inundación repentina.
Alcances
y limitaciones del modelamiento hidráulico bidimensional
El modelamiento hidráulico
de lahares es una técnica ampliamente reconocida a nivel mundial para brindar
datos estadísticamente significativos para la toma de decisiones respecto a la
gestión del riesgo de desastres (Cesca y D’Agostino, 2008; Calligaris et al.,
2008; Wu et al., 2013). Los modelos hidráulicos han sido incorporados en la
legislación y normativa para el ordenamiento territorial de múltiples países y
estos modelos son continuamente actualizados de acuerdo con el crecimiento
urbano y la dinámica poblacional (Coeur y Land, 2008; Mustafa et al., 2018;
Park y Lee, 2019). Sin embargo, para que los modelos hidráulicos funcionen
óptimamente, se necesitan insumos cruciales para la calibración. En primero
lugar es necesario contar con información topográfica y de superficie de
calidad que refleje adecuadamente las condiciones del terreno y la morfología
de canales. La información de superficie es un insumo adicional, pero que se
vuelve esencial a la hora de simular flujos en ambientes urbanos, donde la
información altimétrica de superficie involucra todos aquellos objetos que no
sean parte del terreno (infraestructura, vegetación y obstáculos antrópicos o
naturales). Para ello, es necesario conocer el efecto que tienen las
estructuras como puentes y edificios sobre el flujo simulado (Hashemi-Beni et
al., 2018). Para la presente investigación se utilizó un modelo con resolución
píxel de 10 m x 10 m, una resolución que bien da una fiel aproximación del
comportamiento del lahar, pero no permite analizar los impactos de estructuras
ni mucho menos analizar con detalle el comportamiento adentro del canal (Cook y
Merwade, 2009).
En segundo lugar, para
modelar lahares o cualquier inundación se requiere de información hidrológica
para la calibración (registro de caudales, curva de desgaste e información
hidroclimatológica). Finalmente, en tercer lugar, se necesita información
sedimentológica para calibrar el lahar, en términos de su distribución de
partículas, densidad, relación agua-sedimentos, viscosidad cinemática entre
otros parámetros (Manville et al., 2013).
Un total de 4 eventos de
lahar fueron calibrados con diferentes hidrogramas elaborados en HEC-HMS. Los
lahares fueron simulados en el software licenciado Flo-2D. Puesto que para la
cuenca de estudio no hay información hidrológica disponible, por lo tanto, los
caudales fueron definidos a partir del evento histórico del lahar de 1963 en el
río Reventado (Evento 3), que tuvo un caudal máximo de 407 m3/s
(ICE, 1965). A partir de dicho evento se calibraron dos eventos con menor
intensidad y uno de mayor intensidad, todos con el mismo tiempo de simulación
(45 minutos) (Cuadro 2).
Cuadro
2. Volúmenes acumulados
y caudal máximo de los eventos simulados.
Evento 1 |
Evento 2 |
Evento 3 |
Evento 4 |
|
Volumen acumulado (m3) |
34 200 |
58 500 |
197 100 |
288 450 |
Caudal máximo (m3/s) |
76 |
130 |
407 |
640 |
ANÁLISIS
Los resultados de los
modelos hidráulicos resultantes (Eventos 1, 2, 3 y 4, Cuadro 2) fueron
sobrepuestos con información geoespacial oficial disponible. Para la población
potencialmente afectada se realizó un análisis cruzado entre la extensión del
evento de lahar con la información de unidades geoestadísticas mínimas (UGM)
del censo del INEC (2011). La cantidad de
infraestructura fue mapeada en campo con receptores Sistemas Globales de
Navegación Satelital (GNSS) y, adicionalmente, estimada con información
catastral del SNIT. Ambos análisis tanto de población e infraestructura fueron
realizados en ArcGIS Pro 2.5. A pesar de las limitaciones respecto a la
información necesaria para las calibraciones, los resultados muestran una
aproximación satisfactoria del comportamiento de un lahar en ciudad Quesada.
Características
morfométricas del relieve
La cuenca alta del río
Platanar (delimitada a partir de su ápice estimado) tiene un área de 6.4 km2
con un rango de elevación entre 2183 y 639 m s.n.m., con un promedio de 1323 m s.n.m.
El río Platanar desciende aproximadamente 1300 m en menos de 4.6 km de
recorrido. El rango de pendientes de la cuenca está entre 1° y 63°, con un
promedio de 50.8°. Las pendientes de la cuenca en su mayoría son fuertemente
onduladas y exceden los 45°, en la parte más alta cercana al cráter, donde
existen cicatrices de deslizamientos y zonas escarpadas que exceden los 60°. La
rugosidad tiene un valor adimensional con un rango de 0 (bajo) a 1 (alto). El
TRI indica una rugosidad media-alta en más del 75 % de la cuenca. En las partes
más cercanas al cráter se observan los valores más altos. El promedio de STI de
la cuenca muestra valores altos y muy altos en más del 60 % de la cuenca. Hay
una correlación geoestadística significativa entre los 3 insumos (pendiente,
TRI y STI). Los valores de las pruebas de hipótesis de correlación espacial
entre variables mostraron I = 0.81, resultando en una fuerte relación entre índices.
Los índices visualmente muestran una fuerte relación espacial en la parte
alta de la cuenca y las laderas (Figura 2).
Figura
2. Índices
morfométricos para la calibración e interpretación de lahares en la cuenca del
río Platanar. A) Elevaciones, B) Pendientes, C) Rugosidad y D) STI. Los valores
más altos de pendientes, rugosidad y STI se encuentran en cercanos al cráter,
por encima de los 1900 m s.n.m, en la parte baja de la cuenca los valores de
todos los índices disminuyen.
Los índices del relieve de
la cuenca dan indicios de que el río Platanar tiene el potencial para generar
eventos de lahar. El sector oeste del cráter del volcán Platanar muestra los
valores más altos de todos los índices del relieve. Una fotografía aérea
muestra un risco de aproximadamente 300 m de altura (Figura 3). Las paredes del
risco tienen evidencia de desprendimientos y muestran una serie de drenajes con
pendientes superiores a los 70°, formando una serie de cascadas. Dados los
resultados de los índices del relieve, se considera que el sitio mostrado es el
lugar más propenso para generar un evento de lahar. Por ello, fue definido como
punto de partida para los lahares que potencial y eventualmente podrían afectar
a ciudad Quesada (Figura 3).
Figura
3. Fotografía aérea
oblicua de la cima del volcán Platanar (2183 m s.n.m) y el punto de partida
(1767 m s.n.m) de las simulaciones de lahar en la cuenca. Nótese la fuerte
pendiente (>60°) del risco entre el cráter del Platanar y el punto de inicio
de las simulaciones. Fotografía de Douglas Vargas (web RSN).
Escenarios
de lahar en el río Platanar
Los lahares simulados
tardaron en promedio 16 minutos desde el inicio del recorrido en la cima del
volcán Platanar hasta llegar al ápice del abanico aluvial. La velocidad
promedio de los flujos es de 3.2 m/s (11.5 km/h). En las partes intermedias de
la cuenca la velocidad del flujo puede llegar a los 4.8 m/s (17.2 km/h). Los
lahares al llegar al ápice duran de 13 a 16 minutos de avance frontal y se detienen
luego de 29 minutos a partir de su salida en el cráter del volcán (Figura 4).
Figura
4. Hidrogramas de los
lahares simulados. Los lahares duran aproximadamente 16 minutos desde el cráter
del volcán Platanar al ápice.
La geomorfología fluvial
de la cuenca juega un papel importante en el comportamiento de los lahares. En
términos generales, los ríos tienen valles disectados y profundos, de laderas
abruptas, que confinan los lahares. El río luego de alcanzar el punto de ápice
continúa en secciones disectadas y profundas durante su recorrido por ciudad
Quesada, por ello resulta importante tener en cuenta las características de la
geomorfología fluvial a la hora de interpretar las simulaciones, ya que
explican los sitios de desbordamiento e inundación.
El evento 1 tuvo un
acumulado de sedimentos transportados de 34 200 m3 en 45 minutos. El
caudal máximo del evento alcanzó 76 m3/s (Figura 5). Este evento se
mantiene en su mayoría confinado en el cañón del río. El modelo muestra un área
potencial de inundación de 9.07 hectáreas, sin embargo, las profundidades
serían por debajo de los 20 cm. Los desbordamientos del río alcanzan una
profundidad máxima de 20 cm. La profundidad máxima registrada en este evento es
de 1.1 m y ocurre en el cauce principal del río. La simulación indica que un
evento de esta magnitud no afectaría la ciudad. Sin embargo, dejaría gran
cantidad de material disponible adentro del cauce, con una profundidad promedio
de 0.6 m.
Figura
5. Evento 1 de simulación de lahares en ciudad
Quesada. El mapa muestra la extensión y profundidad del lahar. El flujo mayor
se extiende a una altitud aproximada de 845 m s.n.m.
Sistema de coordenadas CRTM05.
El evento 2 tuvo un
acumulado de 58 500 m3 en 45 minutos (Figura 6). El caudal máximo es
de 130 m3/s. Este evento presentó un desbordamiento pequeño en ambos
lados del cauce generando inundaciones entre los 10 cm y 75 cm de profundidad.
La extensión de la inundación se estimó en 46.6 hectáreas. La mayor profundidad
se registró en el cauce con 1.6 m. Las inundaciones que afectan zonas pobladas
no exceden los 75 cm de profundad. El lahar se detiene cercano al plantel de
COSEVI de la ciudad.
Figura
6. Evento 2 de
simulación de lahares en ciudad Quesada. El mapa muestra la extensión y
profundidad del lahar. El flujo principal alcanza hasta una altitud aproximada
de 691 m s.n.m. Sistema de coordenadas CRTM05.
El evento 3 es una
recreación aproximada del lahar ocurrido en diciembre de 1963 en el río
Reventado, Cartago. Tuvo un acumulado de material transportado 197 100 m3 en
45 minutos (Figura 7). El caudal máximo fue de 407 m3/s. Este evento
genera una importante inundación estimada en 100 hectáreas. El 85 % del área de
inundación alcanza profundidades menores a los 50 cm. Las mayores profundidades
se registran en el canal principal y zonas cercanas al río, especialmente en
secciones de deflexión del río. Estas curvas en el canal generan importantes
desbordamientos posiblemente intensa erosión lateral en el canal. La mayor
profundidad del evento es de 1.8 m. Zonas adyacentes al canal (>15 m de
distancia) alcanzan profundidades de hasta 1.4 m. El evento con mayor carga de
sedimentos llegaría hasta las cercanías de la industria FEMSA con una altitud
de 580 m s.n.m.
Figura
7. Evento 3 de
simulación de lahares en ciudad Quesada. El mapa muestra la extensión y
profundidad del lahar. El lahar mayor alcanza hasta una altitud aproximada de
580 m s.n.m. Sistema de coordenadas CRTM05.
El evento 4 es el de mayor
magnitud, con 288 450 m3 de material transportado y
un caudal máximo de 640 m3/s, por lo que causaría una gran
inundación en la ciudad, superando 218 hectáreas (Figura 8). Claramente este
evento es el menos probable de ocurrir. Más del 70 % del área potencialmente
afectada alcanzaría profundidades entre los 50 cm y 1.5 m. Las mayores profundidades
se registraron en el cauce principal con un máximo de 2.1 m. A la altura del cementerio
Valle Dorado ocurre una bifurcación del flujo, donde las condiciones
topográficas causan una desviación hacia el noreste en dirección a barrio San
Pablo. El flujo mayor se detiene en 3 sitios (530 m s.n.m): hospital de San
Carlos, barrio Selva Verde y barrio San Pablo. A pesar de la magnitud del
evento, la mayoría del material se mantiene en el cauce, dadas las condiciones
geomorfológicas del río (canal disectado profundo con laderas verticales).
Figura
8. Evento 4 de
simulación de lahares en ciudad Quesada. El mapa muestra la extensión y
profundidad del lahar. El lahar mayor se detiene a una altitud aproximada de
530 m s.n.m. Sistema de coordenadas CRTM05.
CONCLUSIONES
La cuenca alta del río
Platanar tiene un terreno rugoso y escarpado, caracterizado por fuertes
pendientes, gran espesor de suelos volcánicos, alta precipitación pluvial, donde
los índices muestran un importante potencial para movilizar grandes volúmenes
de sedimentos. A pesar de las limitaciones respecto a la información base para
la calibración de los eventos, los modelos muestran satisfactoriamente la
extensión, profundidad y velocidad de diferentes eventos de lahares, ya sea
disparados por sismos, lluvias intensas o actividad volcánica, aportando una
aproximación de los posibles impactos que tendría en ciudad Quesada. La
cantidad de población e infraestructura que podría ser afectada depende
directamente de la magnitud del evento. El menor evento, de acuerdo con la
simulación, aparenta no representar un peligro para la ciudad, sin embargo,
eventos mayores sugieren la afectación de cientos de estructuras y miles de
personas viviendo adentro del área potencial de inundación. Claramente, los
eventos 3 y 4 son menos probables, aunque un sismo importante en temporada de
lluvia podría disparar un lahar similar a los que se han presentado en la
cuenca alta de los ríos Toro y Sarapiquí en tiempo histórico.
La cantidad de personas
que viven en el área de inundación fue estimada a partir de los datos del censo
2011 (INEC), algo antigua pero la única disponible, por lo que probablemente la
población actual de ciudad Quesada ronde los 50 000 habitantes o más. Mientras
que la cantidad de infraestructura fue calculada a partir levantamientos en
campo y la consulta de la información catastral disponible en el SNIT para el
2019. El cuadro 3 resume los posibles efectos de los lahares en la ciudad.
Cuadro
3. Posibles efectos de
los lahares en ciudad Quesada.
Evento 1 |
Evento 2 |
Evento 3 |
Evento 4 |
|
Población estimada
por UGM |
106 |
2331 |
4845 |
9781 |
Estructuras
potencialmente afectadas |
9 |
67 |
219 |
804 |
Área potencial de
inundación (ha) |
9.0 |
46.6 |
99.9 |
218.1 |
Recorrido (km) |
4.1 |
5.8 |
7.1 |
8.2 |
Profundidad máxima
(m) |
1.1 |
1.6 |
1.8 |
2.1 |
Velocidad máxima en
el ápice (km/h) |
8.2 |
11.5 |
16.2 |
17.2 |
Como es de esperar, la
cantidad de estructuras y población potencialmente afectada aumenta conforme
aumenta el área potencial de inundación. El evento 1 muestra poca afectación en
cuanto a estructuras, principalmente puentes y obras viales. Según los UGM, la
cantidad de población es de 106 personas. El evento 2 aumenta más de 20 veces la
cantidad de población que podría ser afectada, esto porque el lahar inunda
algunos barrios residenciales como San Gerardo. La infraestructura identificada
ronda las 50 viviendas y algunos puentes y obras viales. El evento 3 (réplica
del río Reventado en 1963) aumenta considerablemente la probabilidad de afectar
población e infraestructura, donde 4845 personas viven adentro del área de
inundación según los UGM y se estimaron más de 200 estructuras que podrían ser
afectadas, incluyendo varios comercios, estructuras gubernamentales,
gasolineras, escuelas y líneas vitales como la subestación eléctrica de la
ciudad. De acuerdo con las simulaciones y la sobreposición de información levantada,
el evento 4 de mayor magnitud tiene una preocupante capacidad para afectar la
ciudad, superando las 9000 personas y alrededor de 800 estructuras que podrían
ser afectadas.
RECOMENDACIONES
Los resultados de estas
simulaciones, pese a las limitaciones del modelamiento hidráulico
bidimensional, deberían de aplicarse a diversos poblados y ciudades ubicadas en
abanicos aluviales activos y piedemontes (volcánicos o no), para una adecuada
gestión del riesgo y ordenamiento territorial, para realizar una mejor
planificación del desarrollo urbano e industrial, destinando sectores con
peligrosidad elevada para otros usos (cultivos, ganadería, parques,
instalaciones deportivas).
Tal y como se dijo al
inicio, desgraciadamente, los únicos datos completos sobre eventos laháricos
están en el antiguo informe del ICE (1965), por lo que se recomienda que
estudios similares se realicen con el fin de contar con información similar en
otras cuencas.
Finalmente, se llama la
atención que se desconoce cuándo fue el último periodo eruptivo del Platanar.
Aunque las capas piroclásticas poseen un estado avanzado de meteorización y
suelos espesos se han desarrollado, resulta imperante tener datos radiométricos
de los últimos periodos eruptivos con el fin de tener una mejor estimación de
la peligrosidad volcánica.
Agradecimientos:
Al Dr. Christian Birkel
y los proyectos 217-C0-168-UCR Geomorfología Fluvial de Alta Resolución en
Costa Rica, OACG (ED-3319) y UCREA (B8276) por el financiamiento y colaboración
en esta investigación. Un especial agradecimiento a los estudiantes de los grupos
1-2 del curso de Cartografía Básica UCR II-2019, por su colaboración en la
recolección de información en el campo. Un agradecimiento especial a los dos
revisores por sus sugerencias y correcciones en este texto.
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