ALOJAMIENTOS
TEMPORALES CON PERSPECTIVA DE INCLUSIÓN Y LA PANDEMIA DEL COVID-19
Sheily Vallejos Vásquez[1]
Comisión Nacional de Prevención de
Riesgos y Atención de Emergencias
INTRODUCCIÓN
Las personas damnificadas
o afectadas por una emergencia o un desastre a causa de un fenómeno de índole
natural o antropogénico requieren de protección, en vista de que sus
necesidades básicas quedan en algunos casos insatisfechas.
En el ámbito de las emergencias
y los desastres la primera opción es acudir a la modalidad de familia de
acogida, con el objetivo de promover la recuperación de la población afectada a
través de sus lazos familiares, religiosos o de otro tipo y no interrumpir
abruptamente su cotidianidad. En casos en que no sea posible, los albergues y
campamentos temporales deben ser considerados como la última opción.
Las emergencias y
desastres que se presentan en los países de la región son cada día más
recurrentes y ocasionan destrucción, pérdidas de vidas y personas sin su
vivienda, lo cual puede obligar a trasladarse a refugios, albergues o
alojamientos temporales, esto tiende aumentar el riesgo en población vulnerable
(menores de edad, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, persona adulta
mayor, personas con discapacidad, población migrante, indígena, entre otros)
incrementando situaciones complejas en la salud integral de la población.
Entendida la gestión en
alojamientos como todas las actividades de asistencia, prestación de servicios
y protección que se dan en cada alojamiento. Por ello, es importante, describir
las gestiones que se deben realizar en los alojamientos temporales, que
permitan garantizar los derechos humanos y los deberes compartidos, tanto por
la población alojada en un refugio como por los entes de protección civil que
garanticen la sobrevivencia.
Cuando un desastre ocurre
y se realiza la evaluación preliminar de daños y su impacto, se detecta la
población afectada, o damnificada. En este punto es importante el rol que
cumple el personal de respuesta, también conocido como trabajador humanitario o
gestor de desastres. Él cuál debe motivar a la población a recurrir a sus
amigos o familiares, y como última opción ir a un alojamiento temporal.
Sin embargo, las entidades
de protección civil de antemano deben tener él tipo de infraestructura y la
ocupación georreferenciados y con su distribución interna para poder colocar la
cantidad de personas según capacidad y todos sus servicios requeridos. Esto
puede hacerse de igual forma mediante un croquis o un plano del espacio físico
existente.
Se intenta, según lo
indica el Manual de la Esfera (Asociación Esfera, 2018) que el lugar se asemeje
lo más posible a su vivienda, por ende, es un tema complejo, de gran relevancia
y con muchos retos en los preparativos y respuesta a desastres.
Se puede anotar entonces
que un alojamiento temporal o refugio, según la carta humanitaria (Asociación
Esfera, 2018), es aquel lugar o espacio que proporciona abrigo, alimento, agua,
salud, entre otros, para satisfacer las necesidades básicas de un ser humano
entre ellas se señalan:
i. Normas mínimas en materia de
abastecimiento de agua, saneamiento y promoción de la higiene: Contiene Normas
para la promoción de la higiene; suministro de agua; eliminación y manejo de
excretas; control de vectores; manejo de residuos sólidos y drenaje.
ii. Normas mínimas en materia de seguridad
alimentaria y nutrición: Incluye evaluaciones de seguridad alimentaria y
nutrición; alimentación de lactantes y niños pequeños; prevención y tratamiento
de malnutrición; seguridad alimentaria; asistencia alimentaria; y medios de
subsistencia.
iii. Normas mínimas en materia de alojamiento
y asentamiento: Contiene estrategias y opciones de asistencia; analiza el
entorno ambiental; espacio cubierto y espacio físico para vivir.
iv. Normas mínimas en acciones de salud:
Contiene sistemas de salud y de servicios esenciales de salud, incluidas las
enfermedades transmisibles; salud de los niños; salud sexual. Y reproductivas
lesiones; salud mental; enfermedades no transmisibles y cuidados paliativos.
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ALBERGUES
Y COVID-19
Actualmente, en un
contexto global en que se convive con la emergencia sanitaria por la pandemia
del COVID-19, en la mayoría de los países desde el 2019, es muy importante las
consideraciones y lineamientos que se establezcan para la prevención y control,
al momento de presentarse un caso sospechoso o confirmado en la población
alojada.
Por ello, autoridades de
protección civil y las orientadas a los sistemas nacionales en gestión del
riesgo, en cada uno de los países, pueden diseñar estrategias que permitan
articular acciones en cuanto a las multiamenazas que
cada país tiene, más la emergencia sanitaria por la pandemia que se ha venido
afrontando. Esto quiere decir que, además de la pandemia se ha tenido que
atender emergencias de otra índole en forma recurrente, como es el caso de las
inundaciones, erupciones volcánicas, deslizamientos, sismos, entre otras.
Los espacios donde la
población afectada se aloja albergan o refugia requiere de un replanteamiento,
según los lineamientos y protocolos establecidos por los entes rectores de
salud, para así garantizar el cumplimiento de medidas que conlleven a reducir
los contagios. En estas condiciones actuales y en este contexto por la
COVID-19, también es importante que en los alojamientos se consideren todos
estos elementos.
Las emergencias se concatenan
con el aumento de la población en vulnerabilidad, infraestructura, producción y
ubicación de viviendas y personas en zonas de amenaza. Dicho esto, se conoce
que, en el pasado fue necesario la habilitación de alojamientos temporales ó albergues, para ayudar a las poblaciones a satisfacer
necesidades básicas de sobrevivencia, hoy día hay que incorporar en todos los
manuales y capacitaciones la amenaza biológica del COVID-19 de larga estadía.
Debido a esta pandemia,
las medidas como el distanciamiento físico, utilización de mascarillas, cierre
controlado de espacios públicos, toque de queda, restricciones vehiculares,
horarios reducidos en playas, aforo en espacios, entre otros, son
recomendaciones que se han adoptado en los países. Estas medidas también son
aplicadas en los alojamientos temporales. En el caso específico de Costa Rica
la implementación del Modelo compartido Costa Rica Trabaja y se cuida (Comisión
Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias [CNE], 2020) que
permitió el involucramiento de todos los actores mediante la realización de
acciones articuladas.
Desde el ámbito de la
respuesta a una emergencia los alojamientos o también conocidos como refugios
son un punto álgido en la misma, los seres humanos o las poblaciones afectadas
requieren de auxilio y protección en una forma integral (esto incluye la
atención psicosocial de la población en los mismos).
Con respecto a la pandemia
por COVID-19 las investigaciones, lineamientos, protocolos o directrices, han
ido en aumento de tal forma que se ha podido reducir los mitos, incertidumbre y
rumores con respecto a las personas en refugios o alojamientos. En la medida
que se investiga y analiza la situación de la pandemia desde el nivel global y
nacional se implementan y surgen recomendaciones y medidas que permiten dentro
de un albergue o en el momento del traslado o movilización de la población
afectada a un alojamiento, reducir el contagio y proporcionar la asistencia
humanitaria básica de sobrevivencia.
Es fundamental la gestión
a lo interno de cada uno de ellos que permita bridarle a la población refugiada
la protección y seguridad, los cuales se mencionan durante este artículo.
MANEJO
COMUNAL
Desarrollar una estrategia
de participación comunitaria, donde las experiencias en la planificación,
organización, coordinación, control y seguridad por parte de profesionales o la
ciudadanía en la habilitación de alojamientos son muy importantes para que un
Sistema de Protección Civil, o los Sistemas Nacionales de Gestión del Riesgo,
puedan realizar la asistencia humanitaria exitosamente. El rol del ciudadano
informado, capacitado en el tema también es un aspecto importante, porque,
además, de ser involucrados directos también, se promueve su participación en
el albergue cuando suceda una emergencia.
El aporte también, de
todos los sectores y la realización de propuestas interdisciplinarias permiten
mejorar las acciones que se desarrollan, esto con el fin de mejorar la atención
de las personas en los albergues, y su nueva realidad temporal por causa de una
emergencia o desastre.
En el establecimiento de
los alojamientos temporales es importante y necesario tener en cuenta el
enfoque de género, e inclusión, respeto a los derechos humanos y comunitario.
Los cuales deben incorporarse en los instrumentos normativos que cada uno de
los países tiene, en concordancia con la normativa internacional. La asistencia
humanitaria que se presta contempla una atención en cero discriminaciones y
centrada en la atención de la población principalmente a atender sus
necesidades insatisfechas, así como el involucramiento de agencias
internacionales de cooperación especializadas como por ejemplo ACNUR, OIM, UNICEF, OPS, VISION MUNDIAL entre otros.
INFRAESTRUCTURA
COMUNAL
Toda la población afectada
por un desastre requiere de una infraestructura o instalación predeterminada,
de tal forma que las personas se ubiquen y se les proporcionen los servicios
básicos de sobrevivencia, también la asistencia en cuanto a la salud integral
se refiere (física y mental). Otro de los aspectos importantes es la seguridad
para protección de la población, como para los recursos que se administran en
dicho lugar (esto incluye la alimentación).
Si no existiera se puede
establecer como última opción los campamentos temporales: es aquel que se
coloca y activa en un terreno amplio ante la falta de infraestructura previa,
(emplazamiento), donde se recibe a las familias afectadas ante eventos
adversos. Puede utilizarse una gran carpa dependiendo de la cantidad de
personas o carpas tipo familiares; en ambos casos es necesario que se
encuentren provistos de agua, alimentación y servicios básicos; en este último
la permanencia no puede ser de más de 6 meses, debido a otros efectos que
causan los mismos por su permanencia, igualmente esto va a depender del
desastre que se esté suscitando.
Por otra parte, el manejo
de datos e información es álgido en la gestión de los alojamientos, de esta
gestión depende la asistencia humanitaria que se brinde, además de realizar la
segregación de los mismos por grupos etario, registro
y control, lo cual permite que actores puedan proporcionar asistencia de la
mejor forma, para ello se puede utilizar una hoja de registro como la que se
presenta a continuación:
EQUIPOS
DE TRABAJO
Para que un albergue opere en forma adecuado es necesario
la conformación de equipos de trabajo o comités, los cuales se orientan a dar
apoyo en las siguientes estructuras y áreas funcionales, con el involucramiento
de las personas que se encuentran en el mismo.
Fuente: CNE,2019
Importante señalar que el equipo y suministros en cada alojamiento se
presentan o condicionan en forma particular o específica, de acuerdo con la
cantidad de población y sus necesidades o requerimientos; pero si se puede
indicar elementos básicos que se deben tener en reposicionamiento (productos
alimentarios o no alimentarios), todos los suministros necesarios que permita
mantener una operación de emergencias.
Según la Comisión Nacional
de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias de Costa Rica (2019), se
refiere a consideraciones elementales en caso necesario de establecer un
alojamiento temporal, las cuales están en concordancia con los mandatos
humanitarios emitidos por la Organización de las Naciones Unidas, sus fondos,
agencias, programas y basado en las experiencias de la región centroamericana:
Se requiere básicamente lo
siguiente:
·
Espumas,
cobijas, instrumentos de apoyo para movilidad o desplazamiento con criterios de
inclusión como: sillas, muletas, andaderas, bastones camas ortopédicas, sillas
para baño, colchones de agua y aire.
·
Alimentos,
bebidas para personas con dictámenes médicos que requieren atención
especializada
·
Equipos
para cocinar que permitan la capacidad suficiente para la atención de las
familias afectadas (cocina de gas, eléctricas y otros enseres).
·
Productos
de limpieza, incluyendo actualmente los utilizados para el COVID-19.
·
Producto
de uso personal para las familias esto incluye jabón de baño, papel higiénico,
pañales, cepillo para dientes, cepillo, peine.
·
Vestuario
según el clima que prevalece y la región donde sucedió el desastre y en
concordancia con la cultura de la población.
·
Productos
o artículos de oficina y tecnológico para el registro de los datos e
información.
·
Botiquín
de primeros auxilios coordinado con las instancias de salud locales.
·
Artículos
para abastecimiento de agua.
·
Materiales
que permitan actividades recreativas para niños, niñas, jóvenes, según edades y
el desarrollo de actividades lúdicas y los ajustes necesarios para las personas
con discapacidad
·
Extintores,
luces de emergencias o planta.
Las entidades de
Protección Civil, Ministerio de Salud, instituciones de ayuda o Gobiernos
Locales anticipadamente pueden, con un enfoque de gestión del riesgo establecer
los estándares o condiciones adecuadas para la ubicación y establecimiento de
un alojamiento, de tal forma que los espacios no se encuentren en zonas de
riesgo, cumplan con normas internacionales y nacionales y actualmente con
protocolos establecidos por la emergencia del COVID-19.
Cuando un trabajador
humanitario se involucra, asesora, lidera, ejecuta y toma decisiones con
respecto a los temas de alojamientos temporales debe considerar que los mismos
contengan aspectos básicos para su funcionamiento; como es el fácil acceso,
reducir el uso de gradas, desniveles, servicios sanitarios no alejados del
albergue y con fiel cumplimento a los normas para uso de la niñez y persona con
discapacidad, el lugar debe estar cercano, los establecimientos no pueden estar
lejos del alojamiento, garantizar aspectos básicos de saneamiento, así como los
servicios básicos (agua, electricidad, telecomunicaciones) y como medida
universal indicada por la OPS (cita??), el espacio de 3.5 por persona para
periodos cortos y con respecto a la alimentación las raciones básicas diarias
contienen los siguientes alimentos:
Fuente: CNE, 2019.
PANDEMIA
DE COVID 19 Y LOS ALOJAMIENTOS TEMPORALES
En este contexto de pandemia
por COVID-19 es importante considerar las medidas de bioseguridad por la
emergencia sanitaria, tomar en cuenta los cambios que se requieren para colocar
personas en albergues, y considerar los lineamientos y protocolos establecidos
por el ente rector de la salud en el país y el sistema de protección civil.
Se requiere de nuevas
dimensiones en lo que respecta a los espacios preestablecidos, adopción de
medidas para el control y prevención para infecciones; reforzamiento en cuanto
a las medidas de saneamiento e higiene; adopción o elaboración de nuevos
protocolos para manejo de residuos biológicos; una coordinación permanente con
el Comité Municipal de Emergencias o con las instituciones miembros del sector
salud en el país; establecimiento de nuevas medidas que permitan lograr en las
personas en alojamientos respeto a la dignidad humana y población vulnerable,
esto incluye la identificación de necesidades de los grupos más vulnerables y
asegurar la protección de los mismos; también todos los aspectos de salud
mental y atención psicosocial por lo que dentro del espacio físico asegurarse
de incluir un espacio para dar el servicio de apoyo.
Además, incluir a las
personas que también requieren espacios y condiciones con atención diferenciada
como es la persona en condición de calle, estableciendo para ellos y todos los
demás, la adecuada ficha de registro o control, la cual indica la población que
se tiene y los que poco a poco se incorporan a su vivienda y salen del
alojamiento, antes de su cierre total. El cual se realiza una vez que la
emergencia termine. Para ello también se informa el seguimiento que tendrán por
las autoridades competentes.
El mayor desafío siempre
es la participación comunitaria en el alojamiento y las estrategias que se
establezcan, como se citó anteriormente (diferentes comités), ya que la
organización interna, la distribución de roles y responsabilidades siempre han
sido una prioridad en los alojamientos, la persona tiene claridad que no es lo
mismo vivir en lugar fijo, que, en una temporalidad, o la pérdida parcial o
total de sus pertenecías.
Es necesario que la
población conozca sobre el virus, síntomas, y las medidas que se han
establecido (distanciamiento, mascarilla, lavado manos, alimentos, otros.)
Utilizar diferentes formas,
técnicas para recordar e informar a la población (afiches, colocados en lugares
apropiados, solidaridad con las personas que se contagian respetando el núcleo
familiar entre otros). Mantener informado a la población alojada sobre la
situación real del COVID-19 en el país o sobre la emergencia o desastre que los
obligó a establecerse en un alojamiento.
Realización de prácticas
saludables recreativas y lúdicas, con las medidas establecidas, para las
personas alojadas, dando énfasis a los niños, niñas, jóvenes, adultos y adulto
mayor.
Reducir los rumores
mediante la actualización constante con información oportuna emitida por las
entidades oficiales.
Promoción dentro del
alojamiento de los hábitos de limpieza y orden para que se reduzcan los niveles
de contagios.
Respetar la voluntad de la
persona alojada, en caso de que los medios de comunicación requieran
entrevista, así mismo el uso de fotográficas, la privacidad en cada persona es
fundamental, para ello se requiere autorización de la persona adulta o si es un
niño autorización de los padres de familia.
En fin, entre mayor información tenga la persona dentro del alojamiento
mejor será su estancia en el mismo, la población siempre debe mantenerse alerta
y estar vigilante de su entorno para poder regresar a su vivienda lo más pronto
posible, para ello la autoridad de Protección Civil o Comisiones de Emergencia
debe propiciar un buen retorno.
Para concluir se menciona que
los alojamientos temporales cambian sus protocolos y procedimientos con la
pandemia y podemos todos a nivel regional incidir para que esto se realice por
medio de los diferentes actores responsables o involucrados esto se puede
lograr paso a paso.
REFERENCIAS
Asociación
Esfera. (2018). Manual Esfera: Carta Humanitaria y normas mínimas para la
respuesta humanitaria. 4 ed. La Asociación.
https://spherestandards.org/es/manual-2018/
Centro de
Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central y República
Dominicana. (2020). Consideraciones para el manejo de albergues en contextos
COVID-19. CEPREDENAC.
Comisión
Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias. (2019). Guía
para el manejo de albergues en edificaciones preestablecidas. CNE.
Comisión
Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE). (2020). Caja
de Herramientas: Lo que debemos saber y hacer para el trabajo de comunicación
Comunitaria (COVID-19).
https://www.cne.go.cr/covid/modelo_gestion_compartida/CAJA%20DE%20HERRAMIENTAS%20COVID-19.pdf
Ministerio
de Salud Pública (Ecuador). (2020). Protocolo para el aislamiento preventivo
obligatorio en personas con sospecha y positivo con COVID-19 https://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2020/04/Protocolo-para-el-aislamiento-preventivo-obligatorio-en-personas-con-sospecha-y-positivo-a-COVID-19-v-2.1.pdf
Vallejos
Vásquez, S. (2006). Propuesta para la gestión de alojamientos temporales en
situaciones de desastre. Caso de estudio: Cantón de Carrillo, Guanacaste, Costa
Rica [Trabajo Final de Graduación de Maestría no publicada]. Universidad de
Costa Rica.