EFECTO DE LA COVID-19 EN LA SALUD MENTAL
DE LA POBLACIÓN DEL CANTÓN SANTO DOMINGO DE HEREDIA, COSTA RICA
Gerardo Ortega
Comité Municipal de Emergencias (CME), Santo
Domingo
Laura Jiménez
Comité Municipal de Emergencias (CME), Santo
Domingo
Mario Fernández Arce
Preventec Gestión del Riesgo SA
RESUMEN
En
el cantón Santo Domingo de Heredia se llevó a cabo un estudio sobre el impacto
de la enfermedad COVID-19 en la salud mental de sus habitantes. Dicho
territorio ha sido afectado por la pandemia y ha estado en máximo nivel de
alerta en varias ocasiones, razón por la que era necesario estudiar las
consecuencias psicológicas de la amenaza e identificar los problemas más
importantes en ese campo. El propósito del trabajo divulgar los resultados del
estudio, esperando que ello contribuya con el manejo de futuras emergencias de
alto impacto, no solo del cantón sino de otras partes del país. Para conocer
los efectos buscados se diseñaron y aplicaron encuestas en línea y la
información recopilada fue sistematizada y transferida a gráficos. Las
principales alteraciones encontradas son una preocupación generalizada y temor
por la eventual pérdida de la salud y el empleo.
PALABRAS CLAVES:
COVID-19, Enfermedad,
Pandemia, Salud mental
ABSTRACT
In the canton of Santo Domingo de
Heredia, a study was carried out on the impact of the COVID-19 disease on the
mental health of its inhabitants. This territory has been affected by the
pandemic and has been at the highest level of alert on several occasions, which
is why it was necessary to study the psychological consequences of the threat
and identify the most important problems in that field. The purpose of the work
is to disseminate the results of the study, hoping that this will contribute to
the management of future high-impact emergencies, not only in the canton but in
other parts of the country. To know the desired effects, online surveys were
designed and applied and the information collected was
systematized and transferred to graphs. The main alterations found are a
generalized concern and fear about the eventual loss of health and employment.
KEYWORDS: COVID-19,
Illness, Pandemic, Mental health
INTRODUCCIÓN
Un
estudio sobre el impacto de la enfermedad COVID-19 fue realizado en el
territorio del cantón Santo Domingo de Heredia, el cual incluyó recopilación de
información sobre la percepción de la amenaza por parte de la población y los
efectos en la salud mental causados por ella. La ejecución de la actividad
demandó la conformación de un grupo de trabajo compuesto por miembros de la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de instituciones locales
vinculadas al Comité Municipal de Emergencias (CME).
El
cantón Santo Domingo, como todos los cantones del país, ha sido afectado por la
pandemia que actualmente afecta a todos los países del mundo, por lo que era
importante investigar el efecto de ella en la salud mental de las personas.
Como las personas necesitan diversión y esparcimiento, es altamente probable
que el aislamiento físico obligatorio requerido por la emergencia sanitaria
genere estrés y ansiedad en la gente. La posibilidad de perder la salud, el
trabajo y los ingresos podría ser otro causal de preocupación tristeza y
angustia, todo lo cual ameritaba ser investigado.
El
objetivo de la investigación fue conocer el grado de impacto de la enfermedad
mediante recopilación de información aportada por la población y divulgar los
resultados para contribuir con el manejo de la actual y futuras emergencias
similares tanto dentro como fuera del área de estudio. Según los problemas que
se identifiquen, se implementarán actividades estratégicas que tiendan
disminuir el dolor, la preocupación y la angustia de la población, a través del
proyecto Participación comunitaria como base para la Atención Primaria en
Salud en Respuesta a la COVID-19, el cual es de la OPS y cuenta con el
apoyo de instituciones y autoridades del cantón.
Para
conocer la percepción de la población acerca de la mencionada amenaza y de su
impacto en la salud mental de los miembros de la sociedad de Santo Domingo se
aplicaron dos encuestas. Una fue dirigida a funcionarios y funcionarios
públicos y otra a miembros de la sociedad civil. Las respuestas obtenidas
fueron analizadas, clasificadas y agrupadas para conocer las tendencias en la
opinión de la población. Con los datos obtenidos se hicieron gráficos de barra
y circulares.
Entre
los resultados más importante destaca que la población percibe la enfermedad
COVID-19 como un problema serio que ha causado temor, dolor, preocupación y
gran impacto económico. Los mayores temores encontrado son perder la salud y el
ingreso. En cuanto al manejo de la emergencia, las personas entrevistadas
consideran que la salud mental si ha sido abordada por parte de las autoridades
locales, pero, según las respuestas de miembros de la sociedad civil, la
población desconoce las acciones y medidas precisas para atender la salud
mental de los habitantes del cantón.
METODOLOGÍA
La
Organización Panamericana de la Salud diseñó un proyecto para la Atención
Primaria en Salud en Respuesta a la COVID-19 e incluyó a Santo Domingo entre
los cantones donde se ejecutaría el mismo. Ello demandó organización local por
lo que se creó un grupo, con liderazgo local y apoyo de la OPS, que se encargó
de la ejecución de tal actividad. La meta del proyecto es que la comunidad
responda adecuadamente ante la situación adversa por lo que era esencial medir
el impacto de la pandemia antes de implementar planes de acción que ayuden a
prevenir el contagio y reducir el impacto de la enfermedad en la salud mental
de la población.
Para
conocer el impacto de la enfermedad en los habitantes del cantón se elaboró una
encuesta dirigida a funcionarios y funcionarias públicas que trabajan en el
cantón, en la que se incluyeron las siguientes preguntas sobre salud mental:
¿Cuál es su percepción de la COVID-19 en el cantón donde trabaja? y ¿Cómo se ha
abordado la salud mental en el cantón (sabemos que el COVID-19 ha sido una
constante amenaza física, material y anímica para las personas)?.
Otra
encuesta dirigida a la Sociedad Civil incluyó las siguientes preguntas: .¿Cuál
es su percepción de la COVID-19?, ¿Cómo ha afectado la pandemia su salud mental
(conteste con cuánta frecuentemente le suceden las siguientes situaciones:
dificultad para concentrarse, dificultad para dormir, cambio de hábitos
alimenticios, aumento en el consumo de alcohol, tabaco y fármacos, sentimiento
de soledad, tristeza y desesperanza, temor a perder la salud y el ingreso,
preocupación y dolores corporales. Las categorías de frecuencia son: siempre,
casi siempre, a veces, pocas veces, nunca), ¿Conoce usted medidas o acciones
para atender la salud mental que se han llevado a cabo en su comunidad en estos
meses de pandemia (sabiendo que tenemos un año enfrentando como país la
pandemia por COVID-19)? y, ¿Qué actividades no realizadas hasta el momento
podrían ayudar a su salud mental?
Debido
a la dificultad generada por la pandemia para hacer entrevistas personales, las
encuestas fueron colocada en un sitio web, al cual ingresaron las y los
participantes para hacer sus aportes y contribuir con la investigación. Las y
los informantes de las instituciones públicas fueron seleccionados para
participar en el evento y en respuesta, 12 personas colaboraron con la
investigación. En vista de que la encuesta para la comunidad era abierta, se
logró un máximo de 142 miembros. Los datos fueron procesados y la información
obtenida fue traslada a textos y gráficos.
RESULTADOS
Percepción de la amenaza
A
las funcionarias y funcionarios de instituciones públicas se les preguntó sobre
la percepción de la COVID-19 en el cantón donde trabajan y de las respuestas
emitidas se deduce que el problema es serio. Según ellos, se ha hecho un
esfuerzo institucional por solucionarlo, pero el incumplimiento de medidas de
prevención ha llevado a un aumento de casos. A su juicio, las cuarterías han
influido significativamente en la propagación del virus Sars-CoV2. Algunas
personas refieren un comportamiento del virus similar al del resto del país.
En
la encuesta aplicada a la sociedad civil, muchas personas se refirieron a una
experiencia negativa, con descripciones como “atemorizante”, “preocupante”,
“triste” y “angustiante”, con alto impacto económico. En lo que respecta a la
responsabilidad comunitaria, se percibe que se acatan las medidas de prevención
en su propio núcleo, sin embargo, la mayoría hace referencia a la
irresponsabilidad de otros vecinos del cantón que irrespetan las medidas
preventivas. Sin embargo, se destacaron valores como la solidaridad. Un
porcentaje se refirió a la experiencia como normal.
Efecto en la población
El
primer efecto considerado en la encuesta aplicada a la sociedad civil fue la
dificultad de las personas para concentrarse. Se supone que la COVID-19
inquieta la mente del ser humano y por ello, a él le podría resultar difícil la
concentración mental. Como se puede apreciar en la Figura 1, las personas
entrevistadas manifestaron que han tenido ese problema pocas veces, a veces o
nunca. Solamente un pequeño número de individuos, de 116, afirmaron que tienen
tal dificultad siempre.
Nota:
Respuestas a la pregunta: ¿Cómo ha afectado la pandemia su salud mental?. Las respuestas tenían que considerar categorías de
frecuencia.
La
fatiga, el malestar diurno, la disfunción social, la irritabilidad, la
reducción de la motivación y la tensión son aspectos que pueden generar pérdida
de sueño (Ansures et al., 2010). Y cualquiera amenaza
que ponga en peligro la vida de todos los seres humanos, como la actual
pandemia, es capaz de generar los efectos antes mencionados. Por decirlo de
otra manera, La COVID-19 es capaz de quitar el sueño a cualquier individuo. Por
ello, se les preguntó a miembros de la comunidad de Santo Domingo sin han
tenido dificultades para dormir, a lo que cerca de 50 personas, de un total de
116, respondieron que a veces y otras 25 indicaron que pocas veces. Cerca de 10
personas manifestaron tener problemas para dormir siempre y 25 indicaron que
nunca han tenido ese problema.
En
cuanto a cambio de hábitos alimenticios, la mayor cantidad de respuestas fue
para la categoría “pocas veces”, seguido por la categoría “a veces”. Alrededor
de 20 personan aseguraron que han cambiado tales hábitos siempre. Por otro
lado, el aumento del consumo de alcohol, tabaco y fármacos no parece hacer
sufrido cambios sustantivos durante el periodo de pandemia, aunque algunas de
las personas entrevistadas indicaron que tal consumo había incrementado pocas
veces.
Para
Montero-López Lena y Sánchez (2021):
la soledad se le ha concebido como un
estado subjetivo que contrasta con la condición de aislamiento físico; surge
como una respuesta ante la falta de una relación particular, e implica un
desequilibrio en el nivel deseado y logrado de interacción socioafectiva, cuyas
consecuencias pueden afrontarse de manera negativa o positiva, dependiendo del
grado de control que según el sujeto ejerce sobre el déficit relacional. (p. 19)
De
acuerdo con Barbenza y Montoya (1991) el problema de
la soledad ha sido abordado en escasa medida. A la pregunta ¿se ha sentido
sola(o)?, un pequeño porcentaje de personas manifestó “siempre” y más de 30
expresaron sentirse solos o solas a veces y pocas veces. La mayor cantidad de
respuestas fueron “nunca”. Por lo anterior, es posible que las y los
entrevistados se refieran más a una condición de aislamiento que a la soledad
como tal.
Para
Álvarez (2013), la tristeza es un afecto o sentimiento que surge directamente
de una circunstancia dolorosa. La COVID-19 genera muchas situaciones dolorosas
como muerte de seres queridos, pérdida del empleo y el aislamiento social, por
lo que se podría esperar que la gente esté muy triste en la actualidad. Pero
los resultados de la encuesta aplicada en Santo Domingo no indican un alto
grado de tristeza en la población, ya que solo un pequeño porcentaje de ella
manifestó estar triste y sin esperanza siempre. No obstante, la tristeza
aparece a veces o muy pocas veces en muchas personas, lo cual podría deberse
tanto a la pandemia como a las vicisitudes de la vida. Cabe destacar que el
número de personas que manifestaron nunca estar tristes disminuyó con respecto
a los parámetros anteriores.
Según
Barrera (2010, p. 6), “el miedo es un producto emocional de la amígdala,
localizada en la base del cerebro y al centro de éste”, que “se activa mediante
un estímulo amenazante”. En esta investigación, los autores y
autoras se propusieron conocer el miedo de las personas a perder la
salud o la de los seres más cercanos por contagio del virus y se encontró que
si hay temor a tal posibilidad. La mayoría de las personas manifestó tener
miedo, aunque sea pocas veces y el número de personas que nunca ha sentido
miedo disminuyó drásticamente con respecto a las emociones antes consideradas.
De manera que casi toda la población teme a enfermarse de COVID-19. Más del 50%
de las personas que llenaron la encuesta afirmaron tener miedo a perder los
ingresos, aunque ese temor fuera a veces. El número de personas que no teme
perder los ingresos aumentó con respecto al miedo a perder la salud, lo cual
podría deberse a que muchas de las personas entrevistadas son empleados
públicos.
Para
Ferrer (2002), gran parte de los problemas que los psicólogos clínicos ven
todos los días tienen que ver con la preocupación. De acuerdo con Borkovec et al. 1983, en Vetere
et al (2011), la preocupación es una cadena de pensamientos e imágenes cargadas
de afecto negativo y relativamente incontrolables. Según los datos recopilados,
la preocupación es el efecto más importante que ha causado la COVID-19 en la
salud mental; la enfermedad ha generado preocupación en casi todas las
personas. Tanto es así que, de todos los efectos considerados en la encuesta,
éste es el que menos respuestas con opción “nunca” (nunca estoy preocupado). Y
lo contrario, el que contó con más respuestas para la opción “siempre” (estoy
preocupado).
Se
ha encontrado una asociación importante entre los dolores corporales y algunas
enfermedades y que el dolor se asocia con trastornos del sueño, aislamiento
social y los trastornos psicoafectivos (Guevara, 2010). Por lo anterior, era
importante preguntar a la gente si ha tenido dolores corporales, ya que la
pandemia es motivo de preocupación, insomnio y distanciamiento social. Lo más
destacable de las respuestas es que la mayoría de las personas reportaron
dolores a veces. La segunda categoría con más respuestas fue “pocas veces” y un
tercer grupo dijo no sentir dolores nunca. De manera que, a juzgar por los
datos, la enfermedad parece haber incomodado a las personas, creando algunos
dolores en sus cuerpos.
Atención de la emergencia
Nota. Respuesta en porcentaje a la
pregunta: ¿Se ha abordado la salud mental en el cantón?.
De acuerdo con las y los informantes,
una acción fundamental fue activar una línea telefónica de apoyo psicológico,
para que las personas indicaran a un experto o una experta sus emociones,
preocupaciones y estado de ánimo. La CCSS reorganizó su servicio interno de
psicología a fin de manejar mejor el estrés y la ansiedad generada por la
COVID-19. Desde el departamento de Desarrollo Humano de la Municipalidad se han
realizado acciones dirigidas a la comunidad, a saber: Proyecto de ayudas
humanitarias a personas con afectación directa e indirecta por COVID-19,
Proyecto de apoyo a personas emprendedoras en el contexto COVID-19, Proyecto
hablemos sobre COVID en grupos virtuales de apoyo, Proyecto de atención clínica
psicológica a personas, Atención social a otro tipo de emergencias en periodo
de pandemia, Proyecto estudios socioeconómicos para cortas de agua/servicios
municipales, Proyecto de formación por medio del INA (Dato suministrado por
Master Marianela Mesén, Desarrollo Humano Municipalidad Santo Domingo). Dichas
actividades han servido para mantener opciones que permitan su participación activa de las personas en diferentes
actividades. Otro aspecto importante es que los programas institucionales
relacionados con salud mental han sido adecuados a la virtualidad.
Por su parte, la CCSS ha realizado las
siguientes actividades: promoción del ejercicio físico y la conversación en los
adultos mayores, mantenimiento de la actividad de los comités de Salud como un
medio de difusión con la comunidad, apoyo nutricional a población vulnerable,
fungiendo como una primera guía orientadora en especial para diagnosticados
positivos por COVID-19, ejecución de los servicios de salud básicos y de
emergencia aún en periodos críticos, coordinación con el CME de mensajes
informativos para la población del Cantón con datos como jornadas de
vacunación, activación de personas adultas que han sido parte del control de
filas de manera voluntaria, desarrollo de talleres comunales relacionados con
la pandemia, entrega de medicamentos en casa a población vulnerable en el
periodo del 2020, creación de una zona COVID-19, la cual brinda el servicio de
revisión, aplicación de la prueba y entrega de medicamentos por separado.
A la sociedad civil se le preguntó si
conocía medidas o acciones para atender la salud mental en su comunidad y un
83% contestó que no conoce tales acciones (Figura 3). Dicho resultado puede
corresponder con inadecuada divulgación de tales servicios entre los miembros
de las comunidades.
Figura 3. Respuestas en porcentaje a la
pregunta: ¿Conoce usted medidas o acciones para atender la salud mental en su
comunidad en estos meses de pandemia?
En cuanto a actividades no realizadas
hasta el momento, que podrían ayudar a mejorar la salud mental, los miembros de
la comunidad mencionaron las siguientes: Ir a parques, caminar, correr,
compartir socialmente y practicar deporte en grupos. Algunas respuestas dejaron
claro que es importante retomar citas y procedimientos médicos. Cuarenta
personas no sugirieron actividad alguna e indicaron que realizan todas las
actividades que consideran necesarias. Algunas de estas actividades concuerdan
con el hallazgo de Fernández et al. (2021), quienes descubrieron que las
personas están utilizando la periferia urbana para practicar deporte y realizar
actividad física en respuesta al estrés y la ansiedad provocada por el
confinamiento asociado a la COVID-19.
CONCLUSIONES
De acuerdo con las respuestas brindadas
por las personas entrevistadas, la COVID-19 es un problema serio que ha causado
efectos importantes en la salud mental de la sociedad civil de Santo Domingo.
La población considera la amenaza como atemorizante, preocupante, triste y
angustiante.
Los principales efectos que la pandemia
ha causado en la población son: preocupación y temor a perder la salud y el
ingreso. La soledad no parece haber incrementado severamente con la emergencia
sanitaria, pero si el distanciamiento físico, que puede ser confundido con
ella. Según los resultados, el consumo de alcohol, tabaco y fármacos no ha
aumentado con motivo de la enfermedad COVID-19.
De acuerdo con la opinión de las
personas consultadas de las instituciones públicas, se ha abordado la salud
mental dentro del manejo de la situación creada por la pandemia, pero de
acuerdo con la sociedad civil, las medidas y acciones específicas para ello no
son conocidas por la población.
AGRADECIMIENTO
Las personas autoras agradecen a la
Oficina Panamericana de la Salud (OPS) por habernos facilitado los datos para
hacer esta publicación. Dicha entidad nos brindó los datos recopilados en su
proyecto Participación comunitaria como base para la Atención Primaria en Salud
en Respuesta a la COVID-19.
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